Wednesday, September 13, 2006

CINDY SHERMAN

Consecuencia de un descanso interrumpido

Apareció, fue tan inesperada su visita que apenas pude contener el aliento. Existen momentos a lo largo de la vida en los que se es consciente que algo fatídico puede ocurrir en el camino. Sin embargo, son precisamente esas ganas de experimentar las que llevan al ser humano a convertirse en un elemento más del juego. Sabía en el fondo lo que ocurriría, todas aquellas palabras que en algún momento habían generado estragos en mi corazón y me habían llevado a un estado de consciencia pura y tranquilidad absoluta por decirlo de algún modo, se volvían cada vez más difusas.

¿Como adquirir un control eficaz ante esas situaciones? ¿Como ser consciente que muchas cosas que anhelo tanto son al mismo tiempo lo que me producen tantos miedos? La respuesta a como vencer esos miedos era, (algo muy cliché), enfrentándolos.

-¿Aún crees en él?- Con una mirada dura en su rostro formuló la pregunta, sabiendo de antemano cual sería la respuesta.

-El hecho de ya no creer, no impide que el amor que siento por él se esfume tan rápidamente.

Que más se necesita…

En aquel momento supo cual era la verdad, la solución! Ahí estaba, ya no tan lejana y sin embargo tan difícil de convertirse en un hecho real. Una desilución tan grande que tal vez necesitaba de mucho más tiempo para sanar. ¿Tal vez? ¡No!… siempre tratando de evadir lo que es y no es. Simplemente se necesita de tiempo para que las heridas sanen. Es ahora cuando realmente se daba cuenta de la importancia que le daba a un hecho que para muchos podría ser una simple pelea de dos.

Un conflicto que había nacido de un deseo compartido, es decir, el deseo mas profundo de “x” había llevado a “y” a sentir algo similar. Tal vez solo con esto había caído en cuenta de su error. ¿Error? Si, error.
Por ahora algo quedaba claro, “….” reducido a nada, aun seguía ahí, pero al mismo tiempo su desilusión era tan grande que ni el tiempo ayudaría a sanar del todo las heridas. Y en cambio… “él”, era mucho más complejo, apareció… trato de sacar lo mejor, de involucrar tanto a “…” en todo, que término por hacerla entrar en un mundo de fantasías.

-¿Cómo te sientes?

-Mejor que nunca… - respondió.

Pero algo tan perfecto debía traer sus consecuencias… Era entonces cuando aparecía el tan mencionado factor fatídico. Ella había llegado a comprender todo, de una manera dolorosa como solía llegar a las conclusiones mas duras de su vida. ¿Le había servido de algo? Le había ayudado a comprender que la inseguridad y los miedos tenían razones justificadas.

“él” desapareció… también le dejo un dolor enorme a “…”. Dolor mutuo, ya que en el fondo los dos deseaban que ningún inconveniente de ese tipo se hubiera dado. Pero las heridas ya estaban, el dolor ya se había sentido y esto era irreversible.

Existen las segundas oportunidades, existía un anhelo y un amor profundo por el que estaba segura de luchar. Su mirada, a veces confusa y perdida estaba llena de miedos pero que con el tiempo irían sanando. Ya contaba con las herramientas, ya estaba segura de sus sentimientos y al mismo tiempo el miedo y las desilusiones pasadas la frenaban y la llevaban a asumir actitudes para muchos injusta y descontrolada. Para ella tenían un significado diferente, aunque algo inexplicables… cada vez se convencía más de la soledad temporal para aliviar las heridas del corazón.