Thursday, March 27, 2008

Comedia, Teatro y Shakespeare


El género ahora cambia por completo. Llegando así a la comedia. Disfruté mucho leyendo a Shakespeare, creo que la única obra que he leído de este autor ingles ha sido Romeo y Julieta, y eso porque tuve que representarla en la clase de teatro del colegio. Es interesante ver como cambia el lenguaje cómico en la literatura, aun así hoy sigue vigente mucho de lo que se critica, y de lo que se convierte en burla. Las jerarquías, ese querer aparentar y sobretodo la permanente lucha por sacar adelante los intereses, a costa de cualquier cosa. No pude conseguir el libro, por eso acudí a lo que hoy comúnmente se conoce como el “libro interactivo”. Sí, odio leer en pantalla. Es algo que me hace pensar mucho en lo imposible que puede ser pensar que el libro puede algún día llegar a desaparecer. Una discusión que para mi no tiene fundamento, creo que para la mayoría de personas que disfrutamos la lectura y en la que se establece una relación directa no solo con el contenido sino también con el libro como tal esto es imposible. Pero esta obra es fácil de leer, que sea una obra teatral lo hace aun más ágil. Así que las 167 páginas no resultaron tan tediosas.

En un libro que ya he citado anteriormente y en el que se discuten una lista de las obras que deben leerse durante la vida; se habla de Shakespeare como un autor que no debe verse como un semidiós, mas sí como un genio y que lo que lleguemos a disfrutar de su obra depende mucho también de la forma como se aborde su lectura. También se habla de muchas obras de Shakespeare que no son tan buenas, precisamente por la rapidez con que a veces escribía sus obras el autor, mas preocupado por las fechas de entrega que por la calidad del contenido. No creo que ese sea el caso de “Las alegres comadres de Windsor”, empezando por que era la Reina quien la encargaba. Me gusto pero hubiera preferido encontrar una buena edición para no tener que soportar cinco horas frente a la pantalla.
Y ya dejando a un lado a Shakespeare, vuelvo a irónicamente el libro del que mas he comentado en este blog, y que menos disfrute leyendo. Tuve la oportunidad de ver “El Proceso” de Kafka, dirigida por Orson Welles. Era lo que esperaba y de los libros que han sido llevados a la pantalla creo que es de los que mas se acercan a lo que intenta mostrar la obra. Es lenta, con los mismos diálogos, los personajes aparecen tal como me lo esperaba. Y además, todo transcurre en un blanco y negro que hace aun más kafkiana la película. Si se trata de ver buenas interpretaciones recomiendo verla.

Sunday, March 09, 2008

La literatura impresionista de Joyce

El camino que hemos tomado de lectura ha variado notablemente. Siento que cada vez me adapto más al tipo de lectura que tengo en mis manos. Ya lo dije antes, no disfrute leyendo a Kafka, desde un principio supe que no me sentiría completamente a gusto con El Proceso, y lo peor, cuando empecé a sentir un gusto especial por la lectura me entere que Joseph K muere. Nunca espere ese final, pensé que iría mas allá, pero su muerte me decepcionó. No se que esperaba, tal vez hasta hubiera sido mejor que no pasara nada, además la ambientación de la historia, todo, me parecía tan surreal y complejo, que hasta llegue a pensar que el desenlace iría mas por ese camino. Pero también es contradictorio, digo que la lectura que menos disfrute fue la de Kafka y sin embargo, creo que la uso como referente en todas mis entradas del blog. Así que ya, paso a un siguiente nivel, empiezo a leer a Joyce. Siempre había sentido una gran curiosidad por este autor, desde que empecé la carrera en la universidad me hablan del Ulises, de “un libro que es necesario leerse”.
A propósito de eso, compre un libro de Clifton Fadiman y Jhon S. Major, se titula “Un plan de lectura para toda la vida”. Me parece interesante ver que obras ponen ellos como las lecturas obligadas. Y casualmente (no creo que sea tan casual siendo Joyce un escritor relevante en la historia de la literatura) hablan de su obra Ulises. Dan algunos consejos que harán más llevadera y entendible la lectura de Joyce, al tratar de entender sus propósitos de escritura, transcribo la última sugerencia que propone este libro:
“…Inventar o desarrollar, además, todas las técnicas nuevas que resultaran necesarias para llevar a cabo esta tarea monumental. Incluidas, entre otras muchas, el monólogo interior, el flujo de consciencia, la parodia, las secuencias de sueños y pesadillas, los juegos de palabras, la acuñación de términos nuevos, la puntuación poco convencional o directamente, la carencia absoluta de puntuación alguna, etcétera. Los novelistas convencionales procuran satisfacer a los lectores con una selección o un resumen de los pensamientos de los personajes. Joyce nos ofrece los pensamientos en si mismos, con todo su caudal ininterrumpido, soñador, impreciso…”

Joyce escribe el Ulises unos años después de Dublineses, más exactamente ocho años. En los Dublineses, (tengo que decir que ha sido el libro que más he disfrutado leyendo, teniendo en cuenta que es lectura obligatoria de clase) lo que predomina son los momentos en la vida. Amo esto, para mi tiene mas relevancia lo que ocurre en un instante que lo que puede llegar a sentir un personaje a lo largo de su vida. Joyce capta en este libro instantes cargados de emociones, situaciones que parecen no tener importancia, pero que son subrayadas y narradas de tal forma que un día en la vida de una persona pasa a cobrar una importancia y un valor impresionante. Es increíble como llegamos a conocer a los personajes, sus sentimientos, su contexto familiar, espacial, todo en tan solo cinco o seis paginas. Una literatura impresionista es lo que muestra Joyce en este libro, disfruto cada narración, hasta ahora la que más me ha gustado es Araby. Reúne además de un monologo cargado de sensaciones y sentimientos, (ese primer acercamiento a las complejidades del amor) la presencia de lo exótico, de esos lugares recurrentes y lejanos a los que en muchos momentos de la vida aspiramos llegar. Un escape, cualquier cosa que nos aleje de una realidad que parece inamovible y monótona, todos hemos sentido alguna vez esta sensación.