Tuesday, May 06, 2008

Un final. Un comienzo.

"De todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación".


Jorge Luis Borges




La Iliada se convirtio para mí en un desafío de lectura, ¿se podrá definir así? Tengo una mesa de noche en la que una lampara, que además perdió su función hace mucho porque su bombillo se fundió; le hace compañia a una montaña de libros que cada vez parece crecer más. Pasó mi cumpleaños, llegaron los regalos de mi abuela, y por el empaque ya intuía el contenido. No me equivoqué. Dos libros que se suman a la lista de espera.


Como propósito para este año, (lo escribi en mi lista de propósitos, creo que hasta me comí unas cuantas uvas el 31 pensando en que debería cumplirse), bueno como propósito para el 2008, quise terminar con una serie de proyectos que siempre terminaban siendo eso, una serie de buenas ideas, algunas ya evolucionadas, que nunca pasaban el límite de lo fantasioso. Este año he intentado terminar todas las tareas que antes hubiera olvidado en un segundo.




Pero no he podido con los libros, la ansiedad me lleva muchas veces a llenarme de títulos y recomendados que al final terminan haciendole compañía a mi inutil lampara durante todo el año. Hasta que el día de organizar la casa, los termino guardando y no vuelvo a saber de ellos en mucho tiempo. Con la Iliada, me pasó algo similar, tenía muchas ganas de descbucrir su contenido y de dar por terminado un libro, que ya habia dicho antes siempre ha estado intacto en mi biblioteca.


Y así fue. Después de darle muchas vueltas y de que pasó días enteros en mi mochila, ya la edición horrible de la que había hablado en la primera entrada, bajó su nivel aun más. Ahora creo que sólo tiene un valor especial para mí. Ya no lo veo tan simple y horrible como antes, aunque si es obvio que existen ediciones que le llevan una ventaja evidente, bueno al final lo disfruté. Un final que ademas vuelve al comienzo, y que como algunas frases iniciales de los libros se quedan guardadas en la memoria. ("Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. ").




Así se da por terminada La Iliada...




!Oh diosa, canta la cólera de Aquiles, hijo de Peleo, funesta cólera que ocasionó terribles desgracias a los griegos y arrojó al Orco las almas de muchos magnificos heroes, cuyos cuerpos fueron devorados por los perros y alimento de las aves!

1 comment:

Margarita Valencia said...

La Ilíada merece más tiempo y más dedicación.Pero bueno: por algo se empieza